jueves, 13 de marzo de 2014

Toda angustia y adversidad arribada a nuestras puertas es consecuencias de las apetencias y deseos desenfrenados, cuando mostramos dominio sobre los impulsos aminoran eses angustias y adversidades.

Tenemos sin sabores de la vida por la falta de dominio sobre nuestro ser  en deseos y apetencias, esto es por las consecuencias de nuestras decisiones

Por lo regular nuestros deseos implica el perjuicio o daño de otra persona y obviamos si la forma de satisfacer nuestro deseo es justa o injusta, sólo nos interesa cubrir nuestras apetencias.

Aquí es donde radica la fuente de las situaciones que provocamos, las cuales tapizarán nuestra vida.

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