viernes, 18 de abril de 2014

Cuando  estamos percudidos por las desavenencias y palabras con intenciones no gratas podemos recibir a lagos, lo interpretaremos como insultos y no es por culpa de nadie más que  de la cotidianidad y permiso concedido a la agresividad y  egoísmo  donde creemos que todo se mueve en contra o para obtener provecho de nosotros.

Donde la bondad no tiene lugar, entonces no recibiremos bondad; de la misma forma es la misericordia deseamos ser atendidos apenas es presentada la carencia, seamos prestos en satisfacer las necesidades de los que tenemos a mano y no seamos indiferente en lo bueno que podemos colaborar; esto implica ayudar con lo que poseemos .

La postura actual es el que se quemó que se sople y ese  ni de mi familia es, con estas actitudes difícil mente veremos bondad permitamos que la guía de él que diseño la vida controle las consecuencias de sujetarnos a su carácter justo, reto seguro y verdadero que respaldo tendremos de salir en victoria de apegarnos en acción a su carácter.

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