domingo, 1 de junio de 2014

La violencia ha aumentado en la misma proporción que nuestra insensibilidad hacia el dolor del prójimo donde es difícil saber el verdadero carente, de quienes usan artimañas para parecer necesitados.

Otros factores de insensibilidad son el egoísmo y la avaricia que nos conduce a retener más de lo debido, y no querer compartir de lo obtenido  con el que pide y está a nuestra mano ayudar ignorando que hay quienes retienen y van a carencias y de la misma forma que cierran su corazón al clamor del necesitado.


La honestidad, integridad y justicia de un proceder de vida, dentro lo que nuestro Creador ha marcado como merecedor de vida abundante, debe ser nuestro comportamiento diario para progresar digna mente, de lo contrario con truhanerías, mentiras y deshonestidades podemos aparentar progresar más estaremos languideciendo Espiritual mente dado que somos Espíritus con cuerpo.

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