De continuar permitiendo nuestra incapacidad de reacción ante lo que es procedente de violencia, mentira e infamia, tengamos por seguro que estás acciones serán origen de impedimentos para una vida abundante, longeva y segura donde gozar del fruto de la rectitud justicia y honestidad es supeditado al grado de separación, acertado de lo que es bueno que sería lo producido de rectitud, pequeño detalle que a fecha no deseamos saber de nada de rectitud.

Pues el cumulo de acciones perversas a cegado nuestra percepción de justicia hasta el punto de considerar bueno lo que nos hace sentir bien y malo lo contrario.

El desechar la justicia sumergirá nuestra vida en la deshonestidad tomando toda acción como bueno, lo podemos comprobar viendo nuestro desempeño diario, contrastado con lo que es rectitud.