lunes, 8 de septiembre de 2014

Salir fiador o  simpatizantes de personas que tenemos leves referencias no es frecuente, si lo es de aquellas que sustentan cierto peso social o poder adquisitivo, donde obviamos honestidad y rectitud con tal de hacernos favorables de quienes según nuestra estima puede brindarnos beneficios a lo futuro.

Por lo regular nos abstenemos de proferir o insinuar algo que marque de corrección, a quien pretendemos agradar, operamos de forma semejante para hacer sentir al que pretendemos agradar que está en lo correcto, cuando existen ocasiones que no es así.

Como todo circunda en torno al beneficio y provecho personal no dudamos volcarlos a las deshonestidades con tal de alcanzar beneficios infames o torcidos a la honestidad obteniendo la decadencia y detrimento moral que por doquier evidenciamos.

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