viernes, 26 de diciembre de 2014

Dejamos de indicar lo que es correcto por temor y cobardía y mucho más, cuando quien realiza esa acción tiene más poder social o adquisitivo;  talvez coopera nuestra decisión de ignorar la rectitud, Justicia y derecho es aquí  donde gravitan los males recibidos que más evidenciamos.

Nos avergonzamos de quien actúa honesta y recta mente y exaltamos lo deplorable y languidece de virtud, consumiendo todo lo corrupto sin el menor atisbo  de discernir lo correcto de lo incorrecto pues priorizamos los supuestos beneficios que llegan a ser una falacia,  porque lo incorrecto genera más males.

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