Existe mucho para evidenciar a los demás que acercarse a Dios nada  tiene que ver con religiones, ritos, o sacrificios sino es más bien, el empleo de honestidad, rectitud y bondad en nuestras acciones diarias.

Hoy mostramos actitud ofensiva a todo lo que pretende ayudar en algo, o al menos desconfianza   por ser algo raro al sistema social predomínate y en ciertos casos no erramos; dado que se valen de argucias a fin de extraer de nuestra persona beneficios.

¿Podríamos ser personas que ayudan a los demás sin intereses más que el ayudar? parece que no, por representar esfuerzo sin beneficio palpable ignorado que esta actitud se hace evidente su pago en el momento más requerido y por personas ajenas.