Manejarse con rectitud,  honestidad y justicia brinda frutos más gratificantes y  duraderos que los hábitos injustos, mezquinos y egoístas que predominan en toda sociedad mayor mente en la que se presupone  que conoce las pautas de vida longeva donde debería predominar la bondad, justicia y cero ambición comprobamos que está infestada de vanagloria y terquedad supina.

Y los que permanecemos fuera de religiones no decidimos tomar como estilo de vida la rectitud y honestidad, porque casi nadie muestra los frutos de este estilo de vida.

Deseamos cambio de  ambiente empecemos por nuestro ser, que ahora es tiempo.