Lo que
inclina nuestro corazón hacia una vida azarosa es:
El engaño
de adquirir riquezas disfrutables con poco esfuerzo; donde la codicia de lo que
poseen los demás llega a ser nuestro afán, que transforma nuestra conducta al
límite de realizar actos en detrimento.
Aunado de que tomamos gusto, placer y diversión por lo vil vulgar y mediocre, como podremos objetar cuando el vocabulario cotidiano y desempeño laboral no es conspicuo.
Aunado de que tomamos gusto, placer y diversión por lo vil vulgar y mediocre, como podremos objetar cuando el vocabulario cotidiano y desempeño laboral no es conspicuo.
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