jueves, 5 de marzo de 2015

Deseamos que la vida diaria sea tapizada de bondades y todo bien preciado, mas no desistimos de egoísmo, mentiras, envidia y violencia ignorando que con estas decisiones de malicia u otras encaminadas a la injusticia, jamás la paz y bondades veremos porque recibimos de la misma acción ofrecida a nuestros semejantes.

La complacencia según nuestro entender radica en recibir lo que deseamos o esperamos y desde el ámbito Espiritual abarca lo no pedido y que requerimos, de aquí llegan circunstancias que sin comprensión de lo Espiritual  no captamos su propósito.

 

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