Se aprende
fácil las ramplonerías que a fecha no se duda expresar, considerando que la
comunicación consiste en palabras repetitivas carentes de valor y significado.
El lenguaje que antes identificaba persona no fiable y deshonesto, se adopta como normal olvidando que el detrimento es hacia nuestra persona pues como podremos alegar credibilidad después de escuchar sí usamos tales zarandajas, es lógico que además de nuestras acciones seamos consecuentes porque de la abundancia del corazón habla la boca.
El lenguaje que antes identificaba persona no fiable y deshonesto, se adopta como normal olvidando que el detrimento es hacia nuestra persona pues como podremos alegar credibilidad después de escuchar sí usamos tales zarandajas, es lógico que además de nuestras acciones seamos consecuentes porque de la abundancia del corazón habla la boca.
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