Ser impíos
es desde lo más liviano de maldad, muy frecuente la murmuración, quejumbrosos o los jamás complacidos, movidos
por sus pasiones profieren palabras arrogantes o adulantes según sus intereses
y no proceden en honestidad.
Así como la hechicería comprende desde la manipulación, la impiedad que es la ausencia de Espiritualidad, comprende desde la murmuración.
Por todos estos procederes imperceptibles es que, gravita sobre nuestra cabeza la retribución de actos diarios, evidenciando por las carencias, los recursos parecen tener alas a nuestro poder no rinden fruto.
Así como la hechicería comprende desde la manipulación, la impiedad que es la ausencia de Espiritualidad, comprende desde la murmuración.
Por todos estos procederes imperceptibles es que, gravita sobre nuestra cabeza la retribución de actos diarios, evidenciando por las carencias, los recursos parecen tener alas a nuestro poder no rinden fruto.
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