jueves, 3 de septiembre de 2015

En ocasiones tenemos contratiempos que no llegan a ser adversidades y nunca las consideramos como indicio que advierte de corregir nuestro desempeño.

Lamentablemente pretendemos silenciar la conciencia con algo de pretendida benevolencia, cuando ya es tarde para retractarse y no deseamos afrontar consecuencias.

Sí enfrentamos lo provocado, sabremos como guiar a otros  para salir menos perjudicado, recuerda en el beneficio ajeno está el nuestro por quien no esperamos.

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