Al empezar
proyecto o tarea, solemos ser meticulosos y precavidos, es cuando más tememos
cometer errores, y por nuestro temor parece que con mayor asiduidad los
cometemos errores involuntario.
Lo grave es cuando ya con experiencia perdemos ese temor de ser meticuloso, suscitando toda clase de conflictos hacia nuestra reputación como realizadores de tareas específicas.
No tomemos aires de grandeza, por muy experimentados por eso de “Al mejor cazador se le escapa la liebre”.
Lo grave es cuando ya con experiencia perdemos ese temor de ser meticuloso, suscitando toda clase de conflictos hacia nuestra reputación como realizadores de tareas específicas.
No tomemos aires de grandeza, por muy experimentados por eso de “Al mejor cazador se le escapa la liebre”.
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