En el camino de practicar rectitud y Justicia puede padecer que sufriremos, de los ardides y trampas de los que se acercan taimadamente, pero resulta que el mismo bien pretendido nos protege de padecer.

Esta protección la tenemos cuando en verdad buscamos el bien, si así es la voluntad de nuestro Creador, de otra forma lo indeseado redundará para edificar lo mejor.

Por muy complicado que aparente nuestra situación, deberemos tener claro que nunca padeceremos más, de lo que podremos soportar sino que dará la salida cuando asimilemos el propósito de la circunstancia.