martes, 12 de abril de 2016

Notar que cuando nuestra voluntad se impone sobre  lo que se ha establecido como correcto,  somos conducidos a la decadencia, no es de inteligencia o sagacidad sino más bien asunto Espiritual.

Alcanzar el despertar al mundo Espiritual, no requiere de religiones sino de actuar dentro de la Justicia, honestidad y bondad manifestando en todo asunto el carácter de Cristo por nuestras acciones.

Para ello es menester ser parte de su herencia por convicciones y no por ritos y locas pasiones religiosas, ¿Cómo obtienes esas convicciones? Las situaciones mismas de la vida nos las proveen y no de forma placentera en su mayoría, es necesario tener presente su palabra para no ser embaucado.

Es necesario saber que no a la primera acción toda compañía se volverá favorable,  tenemos que perseverar practicando en bien aun recibiendo males, sobre todo cuando nuestro comportamiento antiguo era injusto. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario