Sin ánimo de sonar sectario, la única manera de progresar es por el camino de la Justicia, honestidad y bondad dejando las cosas vanas que no marchen acorde a esta línea.

Las calamidades y crisis son vehículos, por si de alguna manera queremos reconocer nuestro extravío, de lo que es vida abundante, pero sino tendremos que soportar.

Seguir como hoy las sensaciones de nuestro corazón, sería cosa errada, cuando lo perverso nace del corazón cautivo de la injusticia y eso todos lo tienen, excepto los que deciden acortar la distancia entre Dios y ellos por practicar Justicia en fe en Cristo Jesús.