martes, 21 de junio de 2016

Nos ocupamos en gran magnitud de la contaminación ecológica, pero nada hacemos respecto de la contaminación, que sale de nuestro interior, por las palabras vulgares y soeces que solemos adoptar, junto con los pensamientos de malicia que por la práctica colocamos, como algo normal y en boga, procederes de la criminalidad.

Proferimos que deseamos alejar toda penuria esto sería posible,  si alejáramos de nuestra conducta todo proceder injusto e infame y deshonesto, mas nos regodeamos en cometer todo acto perverso.

Nada parece congruente,  de lo dicho con nuestros actos diarios, deberemos marcar en nuestra conducta que somos personas diferentes, por nuestra forma de hablar y proceder con Justicia, honestidad y verdad de querer la vida abundante.

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