jueves, 2 de junio de 2016

Tener tratos ante una persona encargada de aclarar motivos de inconvenientes hacia nuestra persona, procedemos determinados a encarar tal trato con una actitud dispuesta a la confrontación, cuando deberíamos hacerlo buscando una grata conversación y acuerdo, que es lo que no se espera el interlocutor, y poder recibir ventajas en nuestra pronta solución.

Al momento de presentarse aplacibles y no iracundos, activamos la disposición de recibir mejor trato que los que humillan y no respetan.

Claro el propio desempeño del trato ira marcando el grado de firmeza, pero respetuoso  requerido.

Aquí está implícita  la práctica de la Justicia, honestidad y templanza.

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