Colocar esperanza en vanidades de la vida como dinero, relaciones, fetiches religiosos, hace apartarnos de la misericordia la cual es, “lo que merezco,  pero no se me otorga, normalmente es algo no grato”. Por el contrario gracia, es lo que no merezco y se me otorga que suele ser cosas requeridas, a un estilo de vida cimentado en la Justicia.

Aquí, tenemos causa de males sobre nuestra persona, reforcemos la misericordia con fe en el único Dios; practicando la Justicia, verdad y bondad.