lunes, 18 de julio de 2016

Cuando procedemos sin atención a la Justicia, rectitud y bondad, lo adquirido se va como agua entre las manos, nuestra efímera vida, languidece en zozobra de las penurias y adversidades, que propiciamos como consecuencias de nuestro proceder inmerso en la injusticia.

 Deseamos un trato amable, pacífico y honesto dentro de este mundo, deberemos  ofrecer a los demás como deseamos ser tratados.

Es cierto que mientras identifican  la auténtica intención de nuestro proceder, padeceremos males hasta evidenciar que somos de procederes diferentes, con recompensas mayores a nuestro padecimiento.

¿Acaso no sabe que el padecer por causa de la Justicia, bondad  y honestidad, tiene gran recompensa en esta vida?   

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