lunes, 20 de febrero de 2017

Decir, la verdad surge al sopesar  los pros y contras , y sí no son gravosos a nuestro “confort” elegimos declararla. El ser un hombre de verdad, es decir siempre la verdad; convenga o no. Hogaño topamos con pusilánimes de carácter que prefieren lo presente, y ser aprobados por la mayoría. La sociedad abunda en falencias por haber relajado toda moralidad; las aberraciones e infamias son alentadas. Por convenir  una turba de ignorantes.

Dicen, que se llega al insulto; cuando no pueden defender con argumentos sólidos sus razones. Ahora vez claro, porque tantas expresiones infames y groseras. Las groserías están en boga por ser método muy útil de manipuleo. Las groserías y mentiras proceden de la misma forma de pensar; no cambiamos de la decadencia hacia lo mejor.
Decir, la verdad surge al sopesar  los pros y contras, y sí no perjudica a nuestro “confort” elegimos declararla. El ser un hombre de verdad, es decir siempre la verdad; convenga o no. Hogaño topamos con pusilánimes de carácter que prefieren lo presente, y ser aprobados por la mayoría. La sociedad abunda en falencias por haber relajado toda moralidad; las aberraciones e infamias son alentadas. Por convenir  una turba de ignorantes. 

Dicen, que se llega al insulto; cuando no pueden defender con argumentos sólidos sus razones. Ahora, vez claro porque tantas expresiones infames y groseras. Las groserías están en boga por ser método muy útil de manipuleo. Las groserías y mentiras proceden de la misma forma de pensar; por eso, no cambiamos de la decadencia hacia lo mejor.

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