Estigmatizamos,
toda circunstancia según favorezca o no;
pero el discernir entre bueno y malo
está supeditado a nuestra conveniencia. Por el cúmulo de aberraciones generadas
con la vejación de lo Justo y verdadero, bregamos cada día.
No deseamos analizar nuestro desempeño, de manera que rectifiquemos hacia la Justicia; tenemos, como hábito diario realizar siempre nuestras acciones con injusticias, falsedades y violencia supina.
Por ser contumaz en las falencias propiciadas no encontramos felicidad a la vida.
No deseamos analizar nuestro desempeño, de manera que rectifiquemos hacia la Justicia; tenemos, como hábito diario realizar siempre nuestras acciones con injusticias, falsedades y violencia supina.
Por ser contumaz en las falencias propiciadas no encontramos felicidad a la vida.
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