Siempre,
realizamos lo que represente el mínimo esfuerzo a expensas de daños a nuestro
prójimo; sin miramientos de lo Justo que actuemos o dejemos de realizar. Tarde
descubriremos que todos nuestros actos con llevan fruto, de la misma naturaleza prodigados.
A veces, se presenta el rectificar por medio
de trances angustiosos; pero es difícil modificar procederes al impeler la vorágine
beligerante de la sociedad. Los de mucho carácter sí lo logran. Ese carácter
todos lo poseen el punto es la cantidad de él permitido aflorar en vida
diaria, para alcanzar la vida abundante.
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