lunes, 12 de junio de 2017

Regla no escrita pero moral que marca la ética es no presentarse como visitante con las manos vacías, esto es, sin presente para el visitado; esta es una forma de ser grato nuestro arribo y granjearse el favor, de los que observan.

Lamentablemente hoy con aspavientos lo realizamos de existir conveniencias; pero no por moralidad. Así,  bastardeamos toda conducta de bondad, rectitud y honestidad por la corrupción, avaricia y mezquindad.

Tratar a los demás con lo mejor que deseemos ser tratados convertirá hacia una mejor vida; pero persistamos con la injusticia y produciremos el infierno aquí en la tierra.

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