Aprestamos ayudar
al malvado sepamos que somos participantes de su retribución, que es la ira. Hogaño por ignorar esta pequeña realidad
e impulsado por el amor al dinero mal habido ejecutamos injusticias a raudales.
Descaradamente realizamos alianza con todo lo
adverso a lo justo, en desmedro de la salud Espiritual. No despotriquemos
cuando las carencias, languidez y adversidades sé cierne sobre nuestra persona
por este proceder.
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