miércoles, 20 de diciembre de 2017

En apariencia existen personas beatíficas y afables, pero al sustentar algo de poder tornan hacia lo déspota e intolerante. El verdadero carácter de una persona, es descubierta cuando sustenta algo de poder. Por ello, Siempre existirán los opresores y oprimidos, que son los pobres por lo regular, por la actitud de todo hombre a guarnecida en su corazón que es la soberbia, petulancia o postín de los que no poseen algo de poder. Jesús de Nazaret dijo que esto no sería así, en su reino; algunos hijuelos portan este comportamiento, indicativo que esos hijuelos no son de su reino. El comprender e internalizar el carácter de Dios hecho carne es lo que nos convierte en hijos, no la asistencia a un club denominado iglesia o practica de sus ritos.

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