sábado, 14 de abril de 2018

Lidiar

Hogaño se brega por obtener riquezas, en olvido que las capacidades para formarlas difieren en cada individuo. Lo que no varía, es el fruto recibido en el ejercicio de Justicia, bondad, fe (a Cristo) y esperanza. Lidiar con la sarta de injusticias y aberraciones para hacer lo correcto, parece difícil; pero se omite que las fuerzas infundidas por la fe en Cristo, supera a las tribulaciones presentes. Condescender con la decadencia imperante es lo cómodo, sin considerar lo permanente que es la Justicia. Lo conducente a vida pletórica es interiorizar el carácter de Cristo, donde las riquezas son superfluas. En hodierno estadio social parece que la vida, consiste en la cantidad de bienes que poseas; desestimando lo eterno, justo y de procedencia Divina. Hogaño solo vemos lo delante nuestro, desestimando ver lo Espiritual de Cristo; como dueño absoluto, ofrece amplitud inconmensurable a los que le aman. Amarle es obedecer sus lineamientos hacia vida pletórica que mal interpretamos como limitantes o “Mandamientos”

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