miércoles, 9 de mayo de 2018

Remilgos

El propósito de la ley es el Mesías, para justicia a todo el que cree. Todo el que cree en Él no será avergonzado. Ya que, habla a través de procederes diarios, que podremos interpretar, nítidamente, al condescender con su palabra; pero los remilgos por la rectitud de hogaño hace favorecer el vilipendio furibundo que expele la sociedad. La mayoría procede marrada, pero por ser mayoría no vuelca en acierto lo errado. El pensamiento débil imperante exalta lo infame, y subvierte toda la moralidad conducente a vida pletórica; mantiene en la decadencia permanente, bastardea y obnubila todo atisbo de justicia.

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