Rectifiquemos
Ser juzgado por las obras que realizamos empieza desde el momento que ejecutamos nuestro proceder adverso a la Justicia. Acaecen las averías y rémoras en el desempeño diario, para que aflore la rectificación y enmendar procederes.
Lamentablemente, persistimos en la arrogancia de lo injusto, en perdida de alcanzar la vida pletórica en caso omiso de tornar a la rectitud.
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