sábado, 25 de agosto de 2018

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En el cultivo de lo mezquino e injusto no concede lugar a la vida pletórica como hodierno; languidecer es el emblema del que abandona la práctica de justicia y bondad. Ubérrimo es lo deplorable sin atisbo de mejora por no acudir al cambio de corazón por Jesucristo.

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