Practicar justicia y derecho es lo único que pide Dios para recibir sus complacencias; la fe a Cristo Jesús otorga amplia comprensión del proceder en justeza.
Abandonar la mendacidad es bemoles para los que tienen la mentira como norma de conducta, pero al interiorizar a cabalidad el carácter de Dios es quitada esa actitud.
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