Atender consejos del impío alentará a proceder con impiedad con desmedro a nuestra tranquilidad y vida espiritual. Jamás pretendamos realizar la voluntad de Dios atendiendo la apreciación de lo tangible.
Lo que aparenta perdida o trabajo vano, en lo espiritual puede ser a favor de nuestra vida tranquila; Experimentemos su antítesis torciendo el derecho al pobre o en retención de sus prestaciones.
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