Bendecir al Creador de cielos y tierra y toda su hueste, la tierra y cuanto hay en el empieza por no obrar con soberbia hacia las acciones a vida pletórica.

Con nuestras acciones, procederes cotidianos y léxico exterioriza en todo momento la postura ante la vida.

Poca relevancia es lo proferido cuando no es congruente con las acciones tendientes a ser manifiesto el carácter de Cristo Jesús.

Se desea ver maravillas como un pueblo de Dios, pero sin obedecer lo concerniente a vida pletórica y eso es una contradicción;mejor es obedecer el carácter de Cristo Jesús para presenciar las maravillas y resultar airoso de toda adversidad dirigida a los desobedientes.

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