Todo el juicio lo ha encomendado al hijo, para que todos honren al hijo como honran al padre. El que no honra al hijo no honra al padre que lo envió. De cierto de cierto os digo el que oye mi palabra, y cree al que en envió, tiene vida eterna y no va a juicio, sino que ha pasado de muerte a vida.
A los que tenían la particularidad de la ley de moisés esto es a los judíos, no creyeron a mi palabra, aunque Moisés escribió de mí.
El único pueblo elegido ahora hogaño es la iglesia, la división del nuevo legislador Cristo Jesús (creér en el único medio de salvación) o no.
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