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Mira como el labriego espera el precioso fruto de la tierra, perseverando en ello. También vosotros sed pacientes y afianzad vuestros corazones en la santidad, justicia y bondad porque la venida de Cristo Jesús está cerca.
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Que los avatares de la cotidianidad no perturben las sendas de justicia en la fe a Cristo Jesús. De permanecer en este plano deberemos mostrar que la justicia y misericordia permanece en nuestro desempeño.
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