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La salvación se debe a nuestro Dios, que está sentado en el trono. Y al corderito [Cristo Jesús].
La bendición y la gloria, y la sabiduría y la acción de gracias, y el honor, y el poder y la fortaleza. A nuestro Dios por los siglos de los siglos !amén¡
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Intrincado es llegar a está comprensión cargada la mentalidad de egoísmo, rivalidad y suficiencia, pero las aflicciones y momentos aciagos son los idóneos para adquirir la correcta valorización a la vida pletórica.
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