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Bienaventurado el que practica las palabras de las profecías del manual de vida que es la biblia. De alterar o quitar palabras que cambian el sentido Dios alteraría tu pretendido destino.
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Es manido tomar la Palabra como fuente de ganancia y tergiversar todo sentido en pos de avidez de lo económico. Resaltar sólo las partes que convienen y obviar las otras es otra forma de cometer tal acción.
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