
Las tentaciones están enfocadas donde más débil es nuestro carácter creamos en un Dios ò no, la diferencia para no ceder a las tentaciones esta en enfocar nuestro pensamiento en otra cosa que no sea el objeto de tentación.
Del perro adiestrado podemos aprender, se coloca a su alcance un trozo de carne pero el dueño le dice no, rápido el perro quita la mirada del trozo de carne.
Nosotros caemos en tentaciones de comidas, adulterios y demás porque no depositamos nuestra atención en algo que superé nuestros deseos disfrazados de necesidades ese algo bien podría ser Dios, pero sino lo veo manifestado a Dios su presencia en mi vida es por nuestras acciones hipócritas, injustas perversas y egoístas que no dan lugar a la bondad. .
No hay comentarios:
Publicar un comentario