Si alguna
vez han tenido que accionar bajo normas, procedimientos y reglas específicas
sobre la forma de atender un asunto, bien encarado y lo han sabido llevar a
efecto para bien.
Pueden
comprender que de la misma manera nuestro Creador, nos habla por medio de su
palabra escrita de como conducirnos por la vida de manera que seamos receptores de vida abundante y no como
los mercaderes de religiones, que hablan de dinero y otras exigencias.
Sólo que
esas normas no son rígidas y sin propósito, nos parece que lo son por estar
acostumbrados a un accionar injusto, plagado de mentiras y violento.
Misma
posición mental que impide considerar rectificar nuestra posición justa y
verdadera ante la vida; depende de nosotros poder encontrar oportunidades donde para otros no las hay.
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