Son las
pequeñas acciones indebidas las que corrompen nuestro carácter de vida,
transformándolas en hábitos tolerados o no en perjuicio del desempeño diario.
Así como la insensibilidad de la conciencia para percibir, lo correcto de lo incorrecto, a tiempo actual estamos tan acostumbrados a percibir como normal lo falto de misericordia y gracia que no concebimos un actuar normal bajo estas premisas que nos conduce a recibir acciones de la calidad ofrecida encontrando ayuda de todos cuanto observan nuestro accionar.
Mucho sabor encontraríamos a la vida de no permitir adaptarnos a tolerar y consentir palabras, expresiones y murmuraciones que terminarán en acciones perjudiciales.
Así como la insensibilidad de la conciencia para percibir, lo correcto de lo incorrecto, a tiempo actual estamos tan acostumbrados a percibir como normal lo falto de misericordia y gracia que no concebimos un actuar normal bajo estas premisas que nos conduce a recibir acciones de la calidad ofrecida encontrando ayuda de todos cuanto observan nuestro accionar.
Mucho sabor encontraríamos a la vida de no permitir adaptarnos a tolerar y consentir palabras, expresiones y murmuraciones que terminarán en acciones perjudiciales.
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