La vida
misma se compone de elementos buenos y malos, el poder de llevarla a puerto
satisfactorio, está en nuestra elección de inclinarnos hacia lo bueno, lo que
edifica a mi prójimo y no mirando solo nuestro bien.
Una pequeña prueba es que al recibir algún bien, lo rechazamos su nuestra persona no lo requiere y jamás pensamos que lo ofrecido puede ser de gran utilidad para otra persona que conozcamos de ante mano.
La bondad no la practicamos con frecuencia, dado
que hemos apegado nuestros actos diarios a la mezquindad y egoísmo que nos
conduce a una vida decadente
Una pequeña prueba es que al recibir algún bien, lo rechazamos su nuestra persona no lo requiere y jamás pensamos que lo ofrecido puede ser de gran utilidad para otra persona que conozcamos de ante mano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario