Tenemos
días donde cada cosa que hacemos, parece mal a ojos de los demás;
haríamos bien en sopesar nuestras acciones dentro de la honestidad y
rectitud por si en una de esas, estamos practicando la injusticia o
si los demás por estar acostumbrados a la injusticia menos precian
nuestro actuar recto.
Nada más un inconveniente a nuestros ojos toda acción es recta y justa; deberemos colocar nuestro proceder ante la fiabilidad del que nos habla de Justicia y practica Justicia evidenciado por los frutos de vida recibidos que sirven para edificar a otros.
Retomando el proceder donde la honestidad, rectitud y verdad de carácter aprobado nos hace merecedores de vida abundante; si nunca lo hemos practicado entonces estamos sumergidos en gran decadencia aunque nuestros bienes materiales y cuentas bancarias digan lo contrario.
Nada más un inconveniente a nuestros ojos toda acción es recta y justa; deberemos colocar nuestro proceder ante la fiabilidad del que nos habla de Justicia y practica Justicia evidenciado por los frutos de vida recibidos que sirven para edificar a otros.
Retomando el proceder donde la honestidad, rectitud y verdad de carácter aprobado nos hace merecedores de vida abundante; si nunca lo hemos practicado entonces estamos sumergidos en gran decadencia aunque nuestros bienes materiales y cuentas bancarias digan lo contrario.
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