viernes, 28 de febrero de 2014

Al empezar una acción la mayoría estampa la calidad mejor, al transcurso del tiempo, esa calidad va menguando hasta rallar con lo ridículo; en parte lo asumimos a la falta de valorización de nuestro actuar.

Eso lo tomamos como excusa, para practicar deshonestidad, injusticia y violencia creyendo que esta actitud va llevarnos a la mejora circunstancial, cuando en verdad nos sumerge en decadencia menguando confianza y moralidad que nos dará mayores oportunidades en todo ámbito.

Este es la excusa para que todo nuestro accionar, sea dirigido a la falsedad, injusticia y violencia con el engaño de que esto retribuirá bienestar.

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