Cuando algo suscita en bien o según lo
esperado decimos que tuvimos suerte, pero jamás relacionamos el propósito de
nuestras acciones empleando honestidad,
rectitud y verdad.
Tanto en nuestro hablar debido a que comeremos de los frutos de nuestros labios, como trato con nuestros semejantes olvidando que larga vida en plenitud se halla bajo un desempeño justo, recto y verdadero, siendo tenido esto como algo deleznable y no popular debido a que por doquier se nos incita a enaltecer lo deplorable a longevidad, preferimos actuar en antítesis a larga vida siguiendo la inmundicia de la deshonestidad.
Alcanzar longevidad está supeditado al empleo diario de la Justicia, honestidad y verdad empleado en nuestros actos diarios.
Tanto en nuestro hablar debido a que comeremos de los frutos de nuestros labios, como trato con nuestros semejantes olvidando que larga vida en plenitud se halla bajo un desempeño justo, recto y verdadero, siendo tenido esto como algo deleznable y no popular debido a que por doquier se nos incita a enaltecer lo deplorable a longevidad, preferimos actuar en antítesis a larga vida siguiendo la inmundicia de la deshonestidad.
Alcanzar longevidad está supeditado al empleo diario de la Justicia, honestidad y verdad empleado en nuestros actos diarios.
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