domingo, 19 de octubre de 2014

Hablamos con ciertos temores hacia los que nos rodean aceptado y tolerado lo que no procede de rectitud, honestidad y verdad perdiendo de vista que deberemos atender al que nos colocó en este tiempo y espacio, para mostrar que somos merecedores de vida abúndante y longeva sobre la tierra por la práctica diaria de la justicia que es una persona la verdad.

Si por un momento dejamos de priorizar nuestros deseos y apetencias, para actuar con rectitud  y honestidad comprobaríamos que rinde mejor fruto la rectitud y acarrea gran satisfacción en paz, sabiéndose aprobado por quien otorga vida.  

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