Con el sentir del presente donde la sarta de acciones injustas, deshonestas y violentas que toleramos o practicamos, nos van dejando vacíos no desistimos de esas prácticas porque no sabemos actuar de manera justa o simple mente no logramos ver la gravedad de la perversión practicada.

No queriendo dejar aquello que satisface nuestras apetencias, importando poco el detrimento que ello acarrea a nuestro ser.

Vivamos de forma que seamos de ayuda a rectitud hacia los que quieran escucharnos.