Hoy no concebimos la vida fuera de la arrogancia, violencia e injusticias y más cuando por doquier se marca como bueno, lo que opera en detrimento y languidez en activar nuestra percepción Espiritual que este ámbito rige al material.

Continuamos otorgando prioridad a lo palpable ignorando que acercarse a Dios nada tiene que ver con religiones, sino con Justicia y rectitud practicada sin interés creado, operando diaria mente, por la sencilla razón que recibiremos de la misma calidad ofrecida.