Al
encontrarse en angustias, sobre saltos y
adversidades deseamos ser librados de todas ellas, más olvidamos que todo
empieza por practicar honestidad, Justicia, bondad y misericordia que es
hacer lo que a Dios le agrada mostrando
temor reverente.
El ser escuchado por Dios empieza por alinear nuestro carácter a la obediencia a Dios y no a religiones o gustos y apetencias, convirtiendo nuestro ser en esclavo de lo que practicamos con mayor asiduidad.
El ser escuchado por Dios empieza por alinear nuestro carácter a la obediencia a Dios y no a religiones o gustos y apetencias, convirtiendo nuestro ser en esclavo de lo que practicamos con mayor asiduidad.
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