martes, 24 de febrero de 2015

Sí alguna vez intentas corregir un proceder fuera de Justicia, misericordia y bondad  a un conocido segura mente serás visto como enemigo.

Nuestros familiares habituados a las injusticias, responden de igual forma cuando se evidencia que sus obras son indebidas.

Por asunto de cobardía permitimos acrecentar la ramplonería, de carácter y desempeño a fin de obtener aprobación de nuestros semejantes y olvidamos que de nada vale ganar todo el mundo y perder nuestra alma.

Ganar el alma, nada de relación tiene con religiones sino con el desempeño diario cimentado en la Justicia, honestidad, bondad y verdad que es una persona.

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